OBSIDIANA
Marzia RicciCompartir
La obsidiana es conocida como la “piedra madre” por su poder protector y su papel como guía en tiempos de cambio y transformación. Esta piedra volcánica, formada rápidamente por el enfriamiento de la lava, está profundamente arraigada en la tierra y su energía, simbolizando la conexión con la madre tierra y su apoyo.
Razón del nombre
El nombre "Obsidiana" proviene del latín "obsidianus", que hace referencia a un antiguo explorador romano llamado Obsidius, quien descubrió por primera vez esta piedra. Su aspecto brillante y su capacidad de corte la hacen única entre las piedras preciosas.
Historia
La obsidiana tiene una larga historia de uso que se remonta a miles de años. Los pueblos antiguos utilizaban la obsidiana para crear herramientas y armas afiladas, así como con fines rituales. Hoy en día es apreciada tanto por su belleza como por sus propiedades metafísicas.
Origen
La obsidiana se forma cuando la lava se enfría rápidamente, lo que la convierte en un mineral ígneo. Las principales fuentes de obsidiana se encuentran en México, Estados Unidos, Italia y Japón. Sus variaciones de color, entre ellas el negro, el verde y el marrón, están determinadas por la presencia de impurezas minerales.
Propiedad
La obsidiana es una poderosa piedra de protección que crea un campo de energía alrededor del individuo. Promueve la autorreflexión, sacando a la luz verdades ocultas y ayudando a afrontar el pasado. Se utiliza a menudo en la meditación para explorar el inconsciente y liberarse de patrones de comportamiento dañinos.
Chakra
La obsidiana se asocia principalmente con chakra raíz (Muladhara), que representa estabilidad y seguridad. Ayuda a enraizarse y conectarse con la tierra, facilitando la protección y el equilibrio energético.
Purificación y limpieza
Para purificar la Obsidiana es aconsejable utilizar agua corriente y luz solar. Sin embargo, al ser una piedra delicada, es mejor evitar la exposición prolongada al sol. También se puede purificar fumándolo. Palo Santo o de incienso , que no sólo ayuda a limpiar la energía de la piedra, sino que también crea una atmósfera sagrada y protectora. Otro método efectivo para recargar tus piedras y joyas es colocarlas sobre una pieza de selenita , una piedra conocida por sus propiedades purificadoras y de recarga energética. La selenita ayuda a regenerar la energía de las piedras, potenciando sus cualidades protectoras.